lunes, 19 de mayo de 2008

Desprecio...

Y llego el desprecio junto con la herida sangrante
conducido por palabras cual punzadas de abejas
como palpitaciones cortantes a velocidades extremas,
maldiciendo tú nombre, apellido y pasado
ignorante, sorpresivo e insolente engañoso
que cuestionas sin saber la cordura de la voz.

Y maldijo sin sospechar como dolería el mordisco,
volviéndome loco, loco de miedo,
remordiendo el inconciente al sentirme sin fuerzas,
en cacería de ideas, descalzo en carretera,
arrebatado, desconsolado…vestido como tonto
con el traje viejo azul y en el cabello la lluvia.

Y era lunes en tu noche con letargo de estallidos
puertas blancas encantadas que se ríen de mis gritos
con bisagras que giran según el rumbo de los vientos
que llevan al norte la sal y en el sur dejan el manjar,
desde aquí te apartas de mí, sigues la coordenada de aquel puerto
adormecida entre púas, por senderos de silencio.

Y ese día no llore, como nunca más prometí,
pero la noche no alcanzo para romper el cristal,
ese vidrio que opaco el rostro tuyo dulce infiel,
cómplice etiqueta de pocas horas, ofensa y golpe a la vez,
entonces apareció lo que jamás quise entrecruzar,
el sentimiento de desprecio ,esa espina que ahora hace olvidar .

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